Asientos y máquinas sexuales

Tipos de máquinas de sexo

Existen principalmente dos tipos de máquinas sexuales diferentes; esta clasificación se hace en función de la posibilidad de mover estos aparatos.Todas ellas son máquinas eléctricas, pero se diferencian entre máquinas portátiles y máquinas fijas.

Las máquinas sexuales portátiles son juguetes pequeños y manejables, aunque no son tan pequeños como los vibradores al uso. Se pueden montar y desmontar fácilmente, por lo que es posible cambiarlos de sitio con facilidad. Un ejemplo de este tipo son los asientos vibradores.

En cuanto a las máquinas sexuales fijas, son juguetes de grandes dimensiones, y en algunos casos necesitan atornillarse a una superficie. Por lo tanto, son máquinas que no pueden trasladarse con tanta facilidad. 

¿Cómo funciona una máquina sexual eléctrica?

Las máquinas sexuales funcionan gracias a un motor que llevan incorporado, y que hace que el dildo que llevan incorporado se mueva lo suficiente como para dar placer a la persona que lo está utilizando.

Aunque pueda resultar extraño pensar en máquinas masturbadoras, lo cierto es que también existen. Basta con incorporar en el aparato un dispositivo de masturbación masculina.

Este tipo de máquinas sexuales tienen un dispositivo que permite conectar cualquier juguete sexual, bien sea un vibrador o un masturbador. Con cualquiera de ellos, el movimiento que genera la máquina del amor hará que la masturbación simule una experiencia real de sexo con otra persona.

Cuidados para el mantenimiento de tu máquina sexual

¡Cuidar tu máquina sexual es muy sencillo! Tan solo debes saber hacerlo. Te contamos cómo realizar el mantenimiento de las máquinas del amor.

En primer lugar, debes apagar la máquina y retirar el dildo o masturbador. Después, te recomendamos limpiar primero la parte que haya estado en contacto con tus genitales, que además es la parte extraíble. Esto debe realizarse como cualquier otro juguete sexual, con agua y jabón neutro.

Después, limpia el resto del aparato: si alguna parte también ha entrado en contacto con tus fluidos, aprovecha la misma mezcla y haz un repaso. En caso contrario, basta con que pases un paño con agua por la superficie.

Lo más importante es guardarlo en un espacio en el que no coja polvo. Para ello, puedes cubrirlo con una sábana o incluso guardarlo en su caja. Y lo más importante, si estás mucho tiempo sin utilizarlo, aunque lo hayas guardado bien, te recomendamos que le des un repaso a la superficie del juguete antes de hacer uso de él.

¡Ahora sí, solo te queda disfrutar!