Qué límites existen dentro del BDSM

El BDSM supone un conjunto de prácticas relacionadas con el dolor, con el sometimiento y, en definitiva, con la dominación y sumisión de las diferentes partes de la relación sexual. Una de las claves para mantener un sexo con el protocolo SSC (Safe, Sane and Consensual o Seguro, Sano y Consensuado) es la imposición de límites. Pero ¿cómo podemos definir un límite?

En BDSM, se considera límite cualquier práctica que alguna de las partes no quiere sobrepasar durante la sesión.

¿Por qué es importante establecer límites en el BDSM?

Establecer límites es clave. Es una tarea que debe realizarse antes de comenzar a practicar cualquier sesión, y deben comunicarse debidamente a la pareja. Además, no solo debe existir esta comunicación previamente, sino que debe ser constante: por ejemplo, si tu pareja quiere probar alguno de tus límites, debe preguntarte (solo en algunos casos) si estás dispuesto a seguir; para eso, debes utilizar la palabra de seguridad.

Tipos de límites

Aunque los límites son una de las claves del BDSM, debes saber que existen diferentes tipos, que pueden hacer más o menos flexible la relación sexual entre sumiso y dominante. Y contamos cuáles son estos tipos.

Sin límites

La opción de BDSM sin límites existe. Sin duda, no es practicada por los más experimentados, ya que quien está dentro de este mundo sabe que los límites son necesarios. Sin límites, el BDSM deja de ser una práctica segura.

Por eso, si estás pensando comenzar a practicar BDSM, te recomendamos que siempre marques tus límites, y que tengas claro que si el dominante supera esos límites está traicionando tu confianza y la relación debe terminar.

Límites duros o absolutos

Los límites duros o absolutos son aquellos que no se quieren practicar bajo ningún concepto. Sobrepasar uno de estos límites debe suponer el fin de la relación sexual.

Establecer límites duros y saber cuándo se están sobrepasando es uno de los motivos por los que debemos aclarar que el BDSM es para personas mentalmente sanas, ya que deben tener muy claro cuándo parar.

Límites negociables o blandos

Los límites negociables, también conocidos como blandos, son aquellos en los que el sumiso no restringe las prácticas de manera tajante, sino que marca algunos de estos límites como prácticas que se pueden practicar en momentos muy concretos, siempre que se hable previamente entre ambos. Como siempre decimos, en BDSM la comunicación es esencial.

Estos límites negociables pueden ser prácticas como el sexo anal o la introducción de juguetes BDSM durante la sesión. Y en muchos casos, se limitan estas prácticas a momentos de gran excitación de ambos o, en caso de que se trate de introducir a una tercera persona en la relación, que sea una persona de gran confianza para la parte sumisa.

Límites de tiempo

Los límites de tiempo o temporales son un tipo de límite blando. En ellos, el sumiso no acepta en un principio determinadas prácticas sexuales, pero pasado un tiempo podrá aceptar llevarlas a cabo. Las prácticas que entran en estos límites suelen necesitar mucha confianza por parte del sumiso, sobre todo cuando se trata de sumisos muy tímidos o que están empezando a practicar BDSM.

 

La línea que separa los límites blandos de los límites de tiempo es fina. Pero la principal diferencia es que los límites negociables no solo dependen del tiempo, sino de otros muchos factores.

Miss Sexydream

Miss Sexydream es la redactora jefa del blog del sex shop Sexydream. Especialista en las artes amatorias, le apasiona la literatura erótica, los masajes con aceite y los preliminares que comienzan con una copa de buen vino.

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