Shibari: el bondage japonés más placentero

Hablar de Shibari es hablar de un arte. No es una simple técnica de bondage japonés, es mucho más. Es una forma diferente de experimentar la sensualidad, la sexualidad, la conexión entre dos personas que pueden o no conocerse o mantener una relación. Shibari es placer, es erotismo, es estética, y sí, también sumisión. Por eso a veces entenderlo cuesta tanto.

Shibari significa atadura. Así de simple. Pero lo que empezó en Japón como una técnica para atar y torturar a los prisioneros hace siglos fue evolucionando hasta lo que es hoy: una de técnicas eróticas más increíbles que se puedan experimentar. En ella, la violencia ha dejado paso al placer más absoluto.relaciones BDSM

Intentar definir a partir de ahí lo que es el Shibari es enormemente complejo. Es todo un arte que se puede tardar años en aprender y muy poco en disfrutar. Hay infinidad de ataduras, pero todas destinadas a resaltar el cuerpo y sus zonas más íntimas y a despertar sensaciones sorprendentemente intensas.

Son ataduras que no tienen nada de improvisadas. Cada una de ellas se realiza con el objetivo de estimular la energía y el deseo sexual mediante la presión en puntos erógenos. Y es algo que no puede hacer cualquiera, hay que se conscientes de que no se trata de un juego y de que puede tener riesgos si no se realiza correctamente.

Experimentando lo que es el Shibari

El Shibari se ha asimilado como un juego más dentro de las prácticas BDSM. A ese toque de erotismo y lujuria se unen una pizca de misterio y anticipación y grandes dosis de estimulación. Por supuesto, es imprescindible confiar ciegamente en la persona que nos está atando para gozar.

Los nudos se van sucediendo de forma imparable hasta que el cuerpo queda inmovilizado y completamente a merced de la otra persona. Pero no de cualquier manera, el resultado tiene una fuerte carga estética y es tan bello como sensual.

Una vez conseguida la inmovilización, llega el momento de los juegos, de la penetración, del placer más sublime que se pueda experimentar porque la persona atada no puede centrarse en otra cosa que no sea su propio placer.

Por eso, decir que el efecto psicológico del Shibari es intenso es quedarse corto, muy corto. La conexión con la otra persona, la confianza, la inmensa estimulación de zonas sensibles son capaces de llevar al éxtasis a quien está atado sin necesidad de nada más.

¿Y para quien ata? Hay quien lo siente como una expresión artística destinada a explotar la belleza del cuerpo humano, a resaltar su erotismo para ceder luego el placer sexual a otra persona. Para otros es la forma más exquisita de expresar la dominación y disfrutar de la sumisión en un encuentro BDSM.

Lo que es innegable es que esta forma de bondage japones explota hasta el límite el erotismo, provoca orgasmos mucho más intensos y genera una intimidad mucho mayor en la pareja. Y algo muy importante: no te confundas, a pesar de lo que puedas creer, no solo ellas pueden ser atadas, también ellos.

Miss Sexydream

Miss Sexydream es la redactora jefa del blog del sex shop Sexydream. Especialista en las artes amatorias, le apasiona la literatura erótica, los masajes con aceite y los preliminares que comienzan con una copa de buen vino.

Add Comment

  Acepto la política de privacidad