Uno de los motivos por los que solemos introducir un vibrador en nuestra rutina sexual es, precisamente, salir de la rutina, probar cosas nuevas en pareja o en solitario. Por eso, tener un vibrador y hacer siempre lo mismo con él… no te va a solucionar nada.
¿Qué tal si empiezas a innovar a la hora de tener sexo con tu juguete favorito? ¡Hay muchos usos que es posible que no hayas probado y no sepas que pueden darte grandes dosis de placer! Sigue leyendo y descúbrelos.
Nuevos juegos con vibradores
¿Sola o en pareja? Sea como sea, es posible probar todos estos juegos que te proponemos, y seguro que encontrarás muchísima satisfacción en ellos.
1. Descubre nuevas zonas erógenas
Imagínate pasar el vibrador por todo tu cuerpo, y descubrir el tacto de las vibraciones en cada terminación nerviosa de tu piel. Puedes llegar a descubrir sensaciones que antes desconocías.
Cada persona es un mundo, y las terminaciones nerviosas pueden variar en función de la persona. Un claro ejemplo es el cuello: no a todo el mundo le gusta que le besen o acaricien el cuello. Lo mismo pasa con otras zonas del cuerpo, como los brazos, las piernas o la cabeza.
Descubrir tus zonas erógenas puede ser un proceso muy sensual. Busca un entorno tranquilo y relajado en el que te sientas cómoda, túmbate en la cama o métete en la bañera. Enciende las vibraciones más excitantes de tu vibrador y… ¡guía el vibrador por todo tu cuerpo hasta que notes los mayores puntos de sensibilidad y excitación! Solo relájate y disfruta 😉
2. Usar vibradores en pareja
Las relaciones sexuales con tu pareja pueden haberse vuelto monótonas en los últimos meses, o años. También es posible que, con el paso del tiempo, hayas dejado de experimentar orgasmos cuando estás teniendo sexo con tu compañero.
Por eso, introducir un vibrador para parejas en vuestras relaciones íntimas puede hacer que aumente el morbo de los dos. Os lo podéis tomar como un complemento sexual, o bien como un juego en el que fingís introducir a una tercera persona en la cama.
¡Y os prometemos que no es necesario hacer malabares para que ambos podáis disfrutar de la relación sexual entre vosotros con el juguetito como acompañante!
3. Vibrador para hombres
¿Quién dijo que los juguetes sexuales son solo para mujeres? También hay una gran variedad de vibradores para hombres. Y si no, otra posibilidad es utilizar cualquier vibrador –que puede ser para hombre o para mujer– y hacer un recorrido por las zonas erógenas del hombre.
Sentir una ligera vibración en los muslos puede resultar muy erótico. Pasa lo mismo con los testículos o los pezones. Y, sin duda, un paseo por el cuello, los hombros y el pecho, que termine en el ombligo será el paseo más sensual de tu vida.
Si no quieres probar las sensaciones de un vibrador fálico en tu cuerpo, prueba con los juguetes sexuales más clásicos que conocemos. ¡Los masturbadores masculinos son todo un acierto! Se trata de un tipo de vibrador específico para hombres, que consiste en introducir el pene en el juguete y programar alguno de los programas de movimiento que ofrece. ¡Te prometemos que será muy placentero!
4. Sexo sin penetración
¿El sexo es solo penetración? ¡¡En SexyDream sabemos que no!!
Así que los vibradores pueden ser una parte esencial. Los juegos comúnmente conocidos como preliminares pueden dar mucho de sí en la cama.
¿Te imaginas lo que te puede hacer sentir un vibrador simulando el sexo oral? ¿O mejorando las sensaciones? Todos los productos que están diseñados para la estimulación directa o indirecta del clítoris pueden hacerte sentir maravillas. Desde un succionador de clítoris hasta una un simulador de sexo oral, pasando por los clásicos Hitachi Magic Wand.
Todos estos juguetes sexuales se utilizan a menudo y no están pensados para la penetración. No solo es posible, sino que hay cantidad de vibradores pensados para ello, y pueden facilitar mucho el tener un orgasmo.
Que sí, que aunque no lo parezca… ¡Es posible tener un orgasmo sin penetración!
Miss Sexydream es la redactora jefa del blog del sex shop Sexydream. Especialista en las artes amatorias, le apasiona la literatura erótica, los masajes con aceite y los preliminares que comienzan con una copa de buen vino.
