Falsos mitos sobre las prácticas de BDSM

Si has llegado hasta aquí, seguramente sea porque te has interesado por el BDSM y quieres saber qué hay de cierto en lo que se cuenta en la población común.

La mítica saga de 50 Sombras de Grey expandió el conocimiento o, al menos, el interés sobre el BDSM. Sin embargo, estos libros y películas ofrecieron una información muy sesgada de lo que es en realidad el BDSM. 

Pero ¡no pasa nada, nosotros estamos aquí para solucionar el problema! Os contamos en este artículo qué es realmente el BDSM, en contraposición de la creencia popular que se generó tras la publicación de la conocida saga, y cuáles son los mitos más extendidos y, sobre todo, cuál es la parte de verdad de los mismos. 

¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es el BDSM?

El BDSM es un conjunto de prácticas sexuales basadas en juegos de dominación y sumisión. Estos juegos tienen dos partes, una de dominante y otra de sumiso o sumisa, que se diferencian principalmente en que a los dominantes les gusta llevar las riendas de la relación sexual y, en cambio, los sumisos disfrutan dejándose llevar y obedeciendo.

Estas prácticas pueden ser desde Bondage, que se queda en la parte de inmovilización y toma de control, en la que no existe dolor, hasta el masoquismo, en el que el sumiso disfruta con el dolor que le inflige alguien con un perfil masoquista.

Pero el BDSM es mucho más que esto, y las características de sumisos y dominantes no son solo llevar la relación o dejarse llevar, sino que van mucho más allá.

Leyendas y mitos en el BDSM

Cuando una persona que nunca ha profundizado en el BDSM escucha ese término, es posible que a su cabeza lleguen palabras como “abuso”, “dolor” o “cruel”, pero es una percepción equivocada debido, seguramente, a los estímulos audiovisuales erróneos. 

Son muchos los falsos mitos sobre BDSM que se han extendido a lo largo de los años sobre la práctica de la dominación-sumisión, y os los contamos a continuación:

Es una práctica abusiva

Quien piensa que el BDSM es una práctica sexual abusiva no está al tanto de los protocolos de seguridad que siempre deben utilizarse en BDSM. 

El más conocido es el protocolo SSC (Safe, Sane and Consensual) o, lo que es lo mismo, seguro, sensato y consensuado. Este protocolo asegura que todas las relaciones sexuales BDSM deben cumplir esas condiciones.

Antes de la sesión, ambas partes deberán tener una conversación en la que definan los límites y las prácticas que les gustaría o no realizar.

Este es uno de los mitos más famosos, ya que vistas desde fuera y sin el contexto de la conversación previa, la relación BDSM parece realmente una relación abusiva. Sin embargo, no lo es.

Conociendo el principal protocolo de seguridad, vemos que no se trata de una práctica abusiva, sino todo lo contrario.

Quienes lo practican tienen algún tipo de trauma

Esta afirmación tiene cierta similitud con el pensamiento generalizado a lo largo de los años de que la homosexualidad es una enfermedad. Y es que asociar determinados gustos sexuales a un problema mental es un error: ni la homosexualidad es una enfermedad, ni quienes practican BDSM tienen traumas.

Desmentir esto es tan fácil como decir que el BDSM es una práctica sexual tan válida como cualquier otra, y la idea de recibir placer sexual a través del control sobre otra persona no supone ningún tipo de trastorno mental.

Quienes practican BDSM aman el dolor

Esto no es necesariamente cierto, puesto que la única práctica del BDSM que tiene como protagonista el dolor es el masoquismo. Aunque los masoquistas experimentan placer al recibir dolor, del mismo modo que los sádicos lo hacen infligiendo daño, el resto de prácticas del BDSM no tienen este componente, por lo que esta afirmación es errónea.

Además, las personas que practican BDSM no sienten amor hacia las prácticas de dolor, sino que su cuerpo genera endorfinas para calmar el dolor y es capaz de llegar a los niveles de dichas sustancias que se consiguen con el placer sexual.

El BDSM siempre conlleva sexo

La base del BDSM son los juegos de poder. Es decir, esta práctica consiste en que una de las dos personas tenga algún tipo de poder sobre la otra, pero no necesariamente va a haber sexo entre ambas. En ciertos casos, el BDSM solo consiste en el placer de la disciplina y la obediencia, pero en otros sí se incluyen prácticas sexuales para aumentar los niveles de endorfinas.

Miss Sexydream

Miss Sexydream es la redactora jefa del blog del sex shop Sexydream. Especialista en las artes amatorias, le apasiona la literatura erótica, los masajes con aceite y los preliminares que comienzan con una copa de buen vino.

Add Comment

  Acepto la política de privacidad